sábado, 22 de octubre de 2011

Aquí sí hay quien viva

Empieza nuestra aventura madrileña y aquí vamos a contar las cosas más interesantes y divertidas que nos vayan ocurriendo.

Después de una dura búsqueda de piso, hemos encontrado el mejor. Ole, ahí que no nos sobra autoestima. Claro, “mejor” después de habernos traído media Valencia en trastos. La bienvenida nos la dio nuestra querida vecina Josefina. Para que nos entendáis y os situéis, imaginaos a Concha la de ‘Aquí no hay quien viva’ con el pelo liso y mellada de pala. La señora casi centenaria, que tiene un marido que zí que é curiozo porque llena toda la finca de carteles, ha subido ya tres veces a advertirnos de que no pongamos lavadoras y nos vayamos de cada para no hacerle goteras. Pues estamos en la república independiente de nuestra casa y hacemos lo que nos da la gana. El marido, Emilio nos ha aconsejado que no pasemos por la plaza de Chueca porque ya desde las 7 de la tarde hay gente bebiendo y… besándose. Además, este mismo señor, al enterarse que somos valencianos, nos dijo que la mejor paella que ha probado fue en Asturias, era de marisco y de salchichas. Sin comentarios. Ellos son los de abajo, pero los de nuestro mismo rellano también tienen su aquél. Les oímos, pero nunca los vemos. De ahí que sean los vecinos fantasmas. Programando la televisión, se quedó en un canal del tarot, por lo que ellos también tienen motivos para pensar mal de nosotros.

Hablando de carros de compra, la que hicimos en el Carrefour. Dos carros llenos para todo el año. La foto habla por sí sola:


Además, como la mamá de Inma quiere que nos cuidemos bien, nos ha traído un jamón de Aragón. Salivad:



Para los que quieran seguir salivando, fuimos a comer un cocidito madrileño bueno bueno. Caldito con fideos y luego platerá de garbanzos, ternera, pollo, patata…

Ahora os ponemos una foto-inauguración de la primera cena de los Navarro y de la primera de los Almela.



Hasta tender es una aventura. Mientras Inma tendía, debatíamos de qué pasaría si se nos cayese una prenda al patio (si nos la robarían, si nos la devolverían…), y en ese momento nos asomamos y ya había caído una de nuestras toallas. Cambiamos la opinión de nuestro portero al descubrir que era un hombre simpático que incluso nos la había plegado.


Cambiando de tema, Sergio se puso en un cajero, pero algo le impidió sacar dinero. Y es que a su lado estaba la actriz María Botto, él se puso nervioso y no pudo acabar su gestión.

En los días que Sergio estuvo solo esperando a Inma, quedó para cenar con Andreu, un amigo del cole que nos descubrió un sitio en el que por una bebida, te van sacando todas las tapas que quieras. Al día siguiente, vino a comer al piso Pablo, el señor Schmitow que aparecerá más veces en este blog. Al hacer la foto, el automático estaba puesto encima de la tele, y un personaje empezó “Cinco, cuatro, tres, dos, uno”.

Haciendo la mudanza, hicimos una caja entera de basura. Pesaba tanto que la bajamos entre los dos y ante nuestra sorpresa no habían contenedores. Imaginaos a nosotros dos con la caja, pasando por una terraza donde estaba la Patiño y sin saber qué hacer. Dijimos que ahora sería un buen momento para que nos atracasen. Al minuto pasa un mendigo con un carro de Mercadona admirando un cable que nos colgaba y le faltó tiempo para pedírnoslo. Al momento se iba tan contento con nuestra caja entera en su carro.

Como veis, aburrirnos no nos vamos a aburrir. Y aquí vamos a estar, en el blog Barquilleando por Madrid, para contar todas nuestras aventuras y desventuras.

4 comentarios:

  1. Joder como os lo estais pasando cabrones!! habrá que ir a visitaros!!

    ResponderEliminar
  2. Coincido con el señor Hèrakar, en otro tiempo apodado Kike. Habrá que ir, para que así nos saqueis a nosotros también en vuestro blog ;)

    ResponderEliminar
  3. jaja, en mi casa también tengo patio interior y me da un miedo colgar la ropa... xD

    ResponderEliminar
  4. ¡Ojo! No tenéis pinta de sufrir mucho en la capital., la verdad... Con pata de jamón, y todo. Qué nivel, maribel. Pasadlo muy bien. Desde València os seguiremos los pasos. Pau.

    ResponderEliminar